Escenarios ¿Estamos preparados?

El caos, consecuencia de mala conducta y preparación.

En la actualidad, a día de hoy, los ciudadanos de España estamos acomodados a la seguridad que nos brinda el gobierno. Seguridad que gracias a los esfuerzos y entereza de los miembros de los cuerpos de fuerza y seguridad del Estado tenemos presente, pero los ciudadanos de a pie desconocen que en un escenario desastroso nuestra seguridad será limitada o nula según las circunstancias del lugar y del evento que acontezca.

¿Ayudar o ser ayudado?

Cuando una catástrofe azota una zona concreta se activan los protocolos previstos ante dichas eventualidades y los equipos encargados de minimizar las consecuencias llegan rápidamente al lugar afectado, pero se han visto casos en los que los equipos de emergenia no han podido acceder a la zona por diversos motivos ajenos a ellos.
¿Cuántos casos hemos visto por los medios de comunicación en los que las autoridades no han podido actuar de inmediato? Yo diría que bastantes y esto es debido a que según el evento que se haya desarrollado, ya sea por una inundación o incendio, los caminos accesibles hayan sido inutilizados y esperan o actuan para poder volver a rehabilitar el paso para entrar a la zona afectada y comenzar con la evacuación de la población afectada.
Casi siempre pasa lo mismo en las zonas afectadas por un escenario catastrófico. Los afectados no saben cómo actuar por la tensión del momento y esperan hasta última hora para decidir qué hacer y aquí es donde se cometen los fallos que ponen en serio peligro a su persona o familiares.
No hay que juzgar a esas personas que por desconocimiento actúan de forma temerosa, ya que el estrés del momento no se puede controlar por mucho que creas estar preparado. Hay que ponerse en cada situación para poder determinar que pautas seguir.

A todos los ciudadanos se les enseña desde pequeños que las autoridades son las encargadas de reestablecer el orden cuando ocurren ciertos escenarios. Es una medida positiva a medias ya que esta forma de inculcarnos la dependencia total de terceras personas para actuar pueden ponernos en un serio aprieto. Con esto no estoy juzgando a las FyCSE y a su magnífica labor de protección y seguridad que nos ofrecen, no, con esto vengo a decir que gracias a la educación que en este caso comento, nos han obligado a depender para todo tipo de eventos peligrosos de ellos.
Cuando ocurre un escenario catastrófico se nos recomienda, según el tipo de peligrosidad, permanecer en nuestras casas hasta que la ayuda gubernamental llegue a la zona y comiencen con su labor. Si hablamos de un incendio forestal y que por desgracia nuestra residencia quede en medio del paso del fuego, nuestro instinto prefijado es quedarnos en la zona para tratar de apagar las llamas que poco a poco van aproximándose a nuestra vivienda. Si hablamos de un incencio pequeño, con la ayuda de los vecinos podemos sofocarlo, pero en la mayoría de casos, desconocemos la magnitud del mismo y pese a ello seguimos insistiendo en su extinción, poniendo en serio peligro a nuestra persona o familiares.
Muchos son los casos de personas que han fallecido a consecuencia de los incendios tras quedarse en la zona tratando de apagar las llamas. Como también muchos son los que han muerto a consecuencia de graves inundaciones que, bien por desconocimiento del suceso - que se haya despertado ya con todo inundado - o por una mala actuación al quedarse en su vivienda viendo venir desde hace horas las consecuencias. Muchas veces la información que llega a las zonas afectadas mediante radio comercial o televisiva es insuficiente y es de las principales consecuencias mortales en un escenario catastrófico por desinformación.
Una simple tormenta puede cortar el suministro eléctrico durante horas y los afectados podrían no tener acceso a una radio a pilas, ya que en la actualidad con la era tecnológica dependemos bastantes de la red eléctrica. Si a esto le sumamos una mala actuación por parte de las autoridades al no saber informar a los ciudadanos podemos imaginar que las muertes por este tema se debe a una serie de errores e infortunios en serie.

¿Buscar culpables?

Si tuviéramos que buscar culpables de los errores y muertes por escenarios catástroficos - no incluir terrorismo aquí - no llegaríamos a ningún acuerdo viable para tratar de compensar los hechos y consecuencias.
Se pueden dividir las culpas tantos los afectados como los encargados de informar - autoridades gubernamentales- debido a que nuestra obligación como ciudadano es saber cómo actuar ante ciertos escenarios para tratar de reducir las consecuencias. Pero también - y aquí reside la mayor parte de la culpa - debemos de culpar a nuestro gobierno - sin siglas, ya que esto es algo que han de llevar todos en sus programas electorales - por no llevar un plan de emergencia con sus recomendaciones y actuaciones para según que casos. Una población desinformada por parte de las autoridades es una carga extra para los que han de repeler las consecuencias de las catástrofes; las FyCSE.
Pero como todo, para reducir la culpa a los afectados, tal vez con una preparación y con conocimientos sobre cómo actuar para según que eventos, podría ser suficiente para poder reducir la necesidad urgente de requerir a los servicios de emergencias.